Minar criptomonedas se ha convertido en fuente de riqueza en incesante crecimiento. A nivel mundial, los países más desarrollados son los pioneros y quienes han dado mayor uso de las criptomonedas.
Sólo en el año 2020, Estados Unidos ha generado más de US$4.000 millones en ganancias de Bitcoin (BTC). China, por su parte, los sigue con US$1.100 millones. Unos valores nada desdeñables para cualquier país carente de divisas y apremiado por necesidades de inversión directa dentro del acuciante marco global de la pandemia.
Actores como Mastercard, MercadoLibre, MicroStrategy, PayPal, Square, Tesla y ciertos prestigiosos bancos se han ido sumando al universo de las criptomonedas. Nuestro país comienza incipiente a adoptarse esta modalidad y así, en agosto del 2021 se concretó la venta de un vehículo automotor comprado con Bitcoins.
Para minar se requiere de las tecnologías de la sociedad de la información (TICs) es decir, una o varias computadoras de alta potencia que deben resolver complejos cálculos computacionales que demandan un intenso consumo y constante flujo de energía eléctrica. Por ello, cuanto menor resulte el precio de la energía eléctrica mayor ganancia habrá en el minado. Como vemos el problema de consumo es importante, así que los mineros tratan siempre de buscar soluciones para maximizar ese margen de beneficio.
Por ejemplo, en Irán el consumo energético se disparó debido a esos procesos de minado llegándose a prohibir por un tiempo (septiembre de 2021) el minado de criptomonedas. Islandia, fue otros de los destinos de los mineros, ya que también permitía acceder a precios baratos gracias a sus centrales geotérmicas, no obstante a principios del 2020 comenzaron a frenar este tipo de actividad ante el crecimiento de la demanda energética por la minería de criptodivisas.
China ha tenido precios extremadamente bajos para la electricidad, lo que precisamente permitió que los márgenes de beneficio al realizar tareas de…