En noviembre de 1996 Caspar Weinberger, Secretario de Defensa de Estados Unidos de 1981 a 1987, durante la presidencia de Ronald Reagan publicó, junto con el periodista Paul Schweizer, un famoso libro titulado “La Próxima Guerra” (The Next War), en el cual analizó diversos escenarios “totalmente hipotéticos”, según sus propias palabras, que podrían forzar a su país a iniciar una nueva guerra contra otro país. El libro causó una gran polémica. Su propósito inmediato era criticar a la Administración Clinton por los recortes que había hecho a los gastos de defensa, tratando de demostrar que nuevas amenazas a la seguridad de Estados Unidos podían surgir en el mundo en cualquier momento.
Eran los años en que Estados Unidos había emergido como indiscutible vencedor de la Guerra Fría, que lo había enfrentado con la Unión Soviética durante casi cinco décadas, desde 1945. En 1991 la URSS se había desmoronado, y su lugar lo habían tomado quince nuevas repúblicas independientes, entre ellas Ucrania, Bielorrusia y Rusia. China estaba muy lejos de convertirse en la segunda economía del mundo y no representaba ningún tipo de rivalidad estratégica para Estados Unidos.
Era un momento histórico en que la superpotencia estadounidense estaba en el cenit de su poderío militar, económico y político, viviendo sus dorados años de unipolaridad. Bill Clinton era presidente, y su mayor preocupación era defenderse del escándalo causado por las revelaciones en medios de su relación con Mónica Lewinski, y no amenazas hipotéticas a la seguridad de su país, que de verdad eran totalmente inexistentes en aquel momento.
El libro de Weinberger y Schweizer planteaba posibles escenarios de guerra entre Estados Unidos con países como Corea del Norte, Irán y China, entre otros. Pero, de forma sorprendente, también incluyó a México. Sí, los autores incorporaron a nuestro país en su selecta lista de conflictos que podrían provocar una…