CORONAVIRUS EEUU
Por Victoria Knight
Washington, 22 feb (KHN vía EFE). – Iesha White está tan harta de la respuesta de Estados Unidos a la covid-19 que ha pensado en mudarse a Europa.
“Estoy indignada. La falta de consideración hacia los demás, para mí, es demasiado”, dijo White, de 30 años, residente de Los Ángeles. Padece esclerosis múltiple y toma un medicamento que suprime su sistema inmunitario. “Como persona negra discapacitada, siento que a nadie le importa mi seguridad”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) tienen una definición estricta de quiénes son considerados moderada o gravemente inmunodeprimidos, como los pacientes con cáncer en tratamiento activo y los receptores de trasplantes de órganos.
Además, hay millones de personas que viven con enfermedades crónicas o discapacidades que también las hacen especialmente susceptibles a la enfermedad. Aunque la vulnerabilidad difiere según cada persona y su estado de salud -y puede depender de las circunstancias-, contraer covid es un riesgo que no pueden correr.
Por ello, estos estadounidenses de alto riesgo -y sus seres queridos que temen contagiarles el virus- denuncian que se les ignora mientras el resto de la sociedad abandona las medidas de protección contra la pandemia, como el uso de la máscara y la distancia física.
Sus temores aumentaron este mes cuando varios gobernadores demócratas, entre ellos los líderes de California y Nueva York -que estuvieron a la vanguardia en la implementación de los mandatos de máscaras desde el principio- anunciaron el fin de tales requisitos de seguridad. Para muchos, esta medida significaba la vuelta a la vida “normal”. Pero aumentó el nivel de ansiedad de las personas consideradas inmunodeprimidas, o para quienes la covid representa un alto riesgo debido a otras afecciones.
“Sé que mi vida normal nunca va a ser normal”, expresó Chris Neblett, de 44 años, natural de…