La visita diplomática del Secretario de Estado de EE. UU. comienza a dar sus frutos.
Mientras varios países de la región se muestran reacios a recibir a los migrantes deportados desde los Estados Unidos, Guatemala afirma su posición como socio leal de la administración estadounidense.
Tras su encuentro con el Secretario de Estado de EE. UU., quien se encontraba de visita en el hemisferio occidental, el presidente guatemalteco aceptó un aumento del 40% en los vuelos de repatriación desde los Estados Unidos.
Bernardo Arévalo ha manifestado su lealtad al líder del movimiento de extrema derecha estadounidense, Donald Trump, al aceptar recibir no solo a ciudadanos guatemaltecos, sino también a migrantes de otras nacionalidades, tal como lo confirmó el presidente guatemalteco este miércoles después de su encuentro con el Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.
Durante una rueda de prensa en la Ciudad de Guatemala, Marco Rubio destacó la importancia del compromiso de Arévalo frente a los desafíos migratorios. “Su acuerdo para recibir a sus propios ciudadanos, así como a personas de otras nacionalidades que deseen regresar a su país de origen, es crucial, y nos comprometemos a apoyar estas iniciativas”, declaró Rubio, según Reuters.
Arévalo indicó que los detalles del aumento de los vuelos de repatriación se aclararán en futuras reuniones de los grupos de trabajo. Sin embargo, subrayó que la cuestión de la recepción de criminales deportados no se abordó durante las conversaciones del miércoles. Esta aclaración surge después de que El Salvador propusiera recientemente recibir a “criminales peligrosos” deportados por los Estados Unidos, una opción que no se mencionó en las negociaciones con Guatemala, según Reuters.
Más allá de facilitar el regreso de los nacionales a sus países de origen, la misión diplomática de Rubio en América Central también tenía como objetivo establecer acuerdos llamados de “países terceros”. Estos acuerdos permitirían que algunas naciones recibieran migrantes deportados de otros países cuando sus países de origen se niegan a readmitirlos. Según Reuters, varios países, incluidos Cuba y Venezuela, han mostrado históricamente resistencia a la readmisión de sus ciudadanos deportados, aunque la administración Trump recientemente anunció que el presidente venezolano Nicolás Maduro había aceptado recibir a sus ciudadanos.
Desde su reelección el 20 de enero, el presidente Donald Trump ha reforzado considerablemente las operaciones de expulsión a través de América Latina, incluso movilizando aviones militares para los repatriaciones. Esta semana, su administración eliminó las protecciones que impedían la expulsión de cientos de miles de venezolanos que vivían en EE. UU.
En este mismo contexto, Trump presentó un proyecto de expansión del centro de detención estadounidense en Guantánamo Bay, Cuba, con el objetivo de aumentar su capacidad a 30,000 detenidos. Esta iniciativa resalta aún más el endurecimiento de su política migratoria, según Reuters.
Ante este endurecimiento de las medidas estadounidenses, la decisión de Guatemala de aumentar sus vuelos de deportación refleja una colaboración más estrecha con Washington en la gestión de los flujos migratorios. El alcance preciso de estos cambios se determinará a medida que continúen las discusiones de los grupos de trabajo. Sin embargo, esto no ha impedido que el nuevo Secretario de Estado estadounidense haga una evaluación positiva de su gira por varios países de la región.
La decisión del gobierno de Guatemala de aceptar migrantes de otros países representa, por lo tanto, una importante victoria diplomática para Marco Rubio, quien es un experto en la región del hemisferio occidental, de la cual es también originario.