Kiev. Estados Unidos pidió una solución diplomática con Rusia para resolver las tensiones en Ucrania, aunque, al menos en público, las dos grandes potencias permanecen en las antípodas.
Los jefes de la diplomacia de ambos países, el secretario de Estado Antony Blinken y el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov, se reunirán el viernes en Ginebra mientras decenas de miles de soldados rusos siguen apostados en la frontera con Ucrania. Blinken animó a Moscú a escoger el “camino pacífico” con Ucrania en una visita en Kiev el miércoles, en la previa de su viaje a Suiza en el que explorarán “salidas diplomáticas” con Rusia, según un alto cargo estadounidense.
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Sin embargo, desde Rusia, que asegura sentirse amenazada por la expansión de la OTAN hacia sus fronteras, el Kremlin presentó unas inusualmente detalladas propuestas sobre seguridad a las que Blinken ya ha dicho que no responderá formalmente.
La administración del presidente Joe Biden se ha mostrado dispuesta a avanzar en las conversaciones con Rusia en aspectos como el control armamentístico o una mayor transparencia en sus ejercicios militares.
En conversaciones en Ginebra la semana pasada, la adjunta de Blinken, Wendy Sherman, propuso un regreso al Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango intermedio (INF), un acuerdo de la Guerra Fría que limitaba los misiles en Europa. El antiguo presidente Donald Trump se había retirado del tratado acusando a Moscú de violarlo.
Blinken afirmó en Kiev que había “áreas en las que claramente, si hay voluntad, se pueden hacer progresos en una base de reciprocidad para mejorar la seguridad de todos”. El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Riabkov, que se reunión con su homóloga estadounidense en Ginebra, se mostró satisfecho de que Washington discutiera sobre ese tratado, aunque lamentó que la conversación estuviera vinculada a Ucrania.