La Organización del Pueblo en Lucha expresa su preocupación por el alcance de la violencia contra las mujeres y las niñas, que, según dice, son barricadas en el camino hacia la libertad y el bienestar de la población.
En un documento de posición publicado el viernes 25 de noviembre de 2022 con motivo de la celebración del Día Internacional de Lucha contra todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, la Coordinación de Equidad de Género de la OPL anima a los dirigentes del país a hacer de esta lucha ”una prioridad para contribuir a poner fin a todos los actos de violencia contra las mujeres y las niñas en la sociedad”.
Refiriéndose a las cifras y estadísticas de las organizaciones que trabajan por la promoción y el respeto de los derechos de las mujeres y las niñas, la estructura coordinada por Wiline Alcius dijo que había observado un aumento espectacular de los casos de violaciones, asesinatos y otros abusos de los que son víctimas las mujeres en el ejercicio de sus actividades sociales y económicas.
La OPL toma como ejemplo estos datos de
La OPL toma como ejemplo los datos de la Organización de las Naciones Unidas que se ocupa de los asuntos de la mujer (UN-WOMEN), según los cuales hay un mundo de diferencias entre mujeres y hombres en la protección de sus derechos.
Renovando su compromiso de contribuir a las acciones para la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas, la organización de personas en lucha pide que se intensifiquen las acciones para una sociedad igualitaria en el plano físico, social y económico.
Aunque indica que aún queda mucho camino por recorrer, la OPL felicita a todas las mujeres que toman valientemente la decisión de denunciar los actos de violencia de los que son víctimas. Según el partido, se trata de un comportamiento que ayudará a luchar contra los actos de abuso en todos los sectores de la sociedad.
En esta nota firmada por Wiline Alcius, responsable de la coordinación de equidad de género del partido fundado por Gérard Pierre Charles, la OPL recuerda a la población en general, y a las autoridades en particular, que la violencia contra las mujeres y las niñas es un acto de violación de los derechos humanos, un peligro para la salud pública, un obstáculo para el desarrollo de la democracia en el país y, finalmente, una gran barricada en el camino hacia la libertad y el bienestar de la población