El Departamento de Estado de EE.UU. ha expresado su preocupación por la decisión del gobierno dominicano de cerrar completamente sus fronteras terrestres, marítimas y aéreas con Haití.
El 15 de septiembre, el presidente dominicano Luis Abinader decidió cerrar completamente todos los puntos fronterizos con Haití. La decisión se tomó en protesta por la iniciativa de los habitantes de Ouanaminthe de construir un canal de riego en el río Massacre, que atraviesa los dos territorios de la isla.
“Seguimos con gran preocupación el anuncio del gobierno de la República Dominicana de que cerrará todos los pasos terrestres, marítimos y aéreos entre Haití y la República Dominicana a partir de las 6 de la mañana, hora del Este, del 15 de septiembre”, declaró un portavoz del Departamento de Estado norteamericano contactado por CaribbeanTelevisionNetwork. Según el funcionario estadounidense, “el cierre de fronteras está agravando la crisis humanitaria en Haití. También está teniendo un impacto negativo en las economías locales y la seguridad en la República Dominicana y Haití”.
El Departamento de Estado estadounidense pide a las autoridades de ambos países “que encuentren urgentemente una solución a este problema”.
La semana pasada, el gobierno dominicano decidió agravar la situación enviando personal militar y equipo pesado a la frontera norte. Esta decisión fue criticada incluso en la República Dominicana por varios partidos de la oposición y organizaciones de la sociedad civil. Algunos la califican de violación de los convenios y tratados internacionales, dado que Haití no dispone de fuerzas militares propias.
El río Masacre, que atraviesa los dos países, siempre ha sido objeto de discusiones entre los gobiernos dominicano y haitiano. Haití y la República Dominicana firmaron un tratado para delimitar la frontera y establecer las condiciones de uso de las aguas del río Masacre. Según los términos del tratado, ninguno de los dos países debía emprender acción alguna para cambiar la trayectoria de las aguas del río.
Desde que se firmó el acuerdo, los dominicanos ya han construido 11 presas y canales en el río, mientras que Haití no ha construido ninguno.
El tratado también estipula que ambos países tienen pleno derecho a hacer un uso responsable de las aguas del río.
El río Masacre es uno de los pilares de la agricultura en la República Dominicana, y Haití está considerado el segundo mercado más importante después de Estados Unidos.
Los agricultores dominicanos habían cruzado la frontera para prestar su apoyo al movimiento de los habitantes de Ouanaminthe que habían reanudado las obras de construcción del canal iniciadas por el ex presidente Jovenel Moïse.
Si se completan las obras, el canal será el primero que construye Haití desde que se firmó el acuerdo en febrero de 1929, bajo la administración del presidente haitiano Stenio Vincent.
Pero el presidente dominicano pretende hacer todo lo posible para frustrar el proyecto, mientras que la reacción del gobierno haitiano no se considera suficientemente firme. Esto no impide que los habitantes del noreste continúen con la obra contra viento y marea. Ciudadanos de otros departamentos también se han unido a los valientes residentes de Ouanaminthe y sus alrededores.