La administración de Donald Trump ha llevado a cabo recientemente una importante reorganización dentro de Immigration and Customs Enforcement (ICE), lo que indica un cambio en su política de deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados.
Dos altos funcionarios de la agencia, Russell Hott y Peter Berg, han sido reasignados a nuevos cargos, mientras que Todd Lyons, exdirector de la oficina de Boston, ha sido ascendido a jefe de operaciones de ejecución y deportación.
Según Politico, estos cambios se producen en un contexto en el que la Casa Blanca ha expresado su descontento con el ritmo de las detenciones y deportaciones.
La administración de Trump ha intensificado sus esfuerzos para aumentar las deportaciones, insistiendo en que ICE debe adoptar un enfoque más estricto. Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), destacó esta postura al afirmar: “ICE necesita una cultura de rendición de cuentas que ha estado ausente durante los últimos cuatro años. Nuestro presidente, nuestro secretario del DHS y el pueblo estadounidense exigen resultados, y nuestro liderazgo se asegurará de que la agencia los entregue”, informó Politico.
Esta iniciativa pone de manifiesto las crecientes tensiones entre la Casa Blanca y la agencia responsable de la aplicación de las leyes de inmigración. Aunque las detenciones han aumentado recientemente, las expectativas de la administración siguen siendo altas y requieren más recursos y una mejor coordinación.
A pesar de estos esfuerzos, varios desafíos dificultan la aceleración de las deportaciones. La falta de espacio en los centros de detención y la resistencia de algunas ciudades santuario limitan las operaciones de ICE. Además, la filtración de información ha comprometido ciertas intervenciones. Tom Homan, asesor especial en asuntos fronterizos, enfatizó la necesidad de intensificar los esfuerzos, declarando: “Si observamos el resto de las operaciones de ICE dentro del país, son aproximadamente tres veces más grandes que hace un año. Tres veces más es bueno, pero no estoy satisfecho. Todavía hay cientos de miles de criminales por detener.” (Politico).
La administración también ha intensificado su estrategia mediática, difundiendo ampliamente imágenes y datos sobre las operaciones de ICE. A finales de enero, la agencia realizaba un promedio de 800 arrestos diarios. Sin embargo, la reciente interrupción en la publicación de estas estadísticas ha generado interrogantes sobre el avance de las operaciones y la capacidad del gobierno para cumplir sus promesas, según informó Politico.