Una moneda digital respaldada por un banco central (una central bank digital currency (CBDC), con una arquitectura “controladora”, podría ser más riesgoso aún. ¿Se imaginan cuando estén operando simultáneamente el dólar y el yuan digital? ¿Tendrán la trazabilidad de todas las transacciones? ¿Podrán congelar el acceso al dinero digital? Sientos los miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) que investigan sobre los CBDC. En general, estos son centralizados -no descentralizados y menos aún distribuidos como bitcoin- por lo que permiten seguir la trazabilidad de todas las transacciones, teniendo control sobre las “llaves” del activo. Por ejemplo, el yuan digital está centralizado y opera detrás de una aplicación, por lo que ni siquiera tienes tus “llaves” para el control de acceso a tu cuenta. Esto es clave, porque al final lo único que puede asegurarte el acceso a tu activo digital es “tu llave privada”, por lo que inclusive cualquier sistema que funcione con custodio, aún de tus bitcoins, tiene la capacidad de congelarlos, como ocurrió en Canadá.
Los modelos centralizados no inspiran confianza. Por su lado, los modelos distribuidos, como bitcoin, tienen desafíos asociados a la privacidad de la información y cumplimiento con normas como General Data Protection Regulation (GDPR). Para resolverlo, Coinbase cambia el “crypto address” después de cada transacción.
En 2021, el Banco Central Europeo publicó los resultados de su consulta pública sobre el euro digital. El 43% de los encuestados señaló que la privacidad es la cuestión más importante, seguida por la seguridad (18%). La mayoría de los encuestados está a favor de “un euro digital basado en la confidencialidad y la protección de los datos personales, utilizable offline“. En este contexto, ese mismo año, el Comité Europeo de Protección de Datos (CEPD) envió una carta a las instituciones europeas exponiendo sus principales avances y retos sobre la…