El exgobernador Javier Duarte, encarcelado desde el 2017, debe responder por miles de desapariciones en el estado mexicano
Javier Duarte (Córdoba, México, 1973), exgobernador del estado oriental de Veracruz entre 2010 y 2016, mostró el día de su detención, en abril de 2017, una de sus caras más conocidas. Sentado en la comisaría, esposado, sonreía mientras una cámara de la policía lo filmaba.
Para muchos mexicanos, esa imagen fue el epítome del cinismo político imperante en México desde hace décadas. El tiempo revelaría el posible origen del gesto, uno de los tantos que hacía a menudo frente a las cámaras. Duarte, que ahora se encuentra en prisión, sentenciado en 2018 a nueve años por los delitos de lavado de dinero y asociación delictuosa, está a la espera de sentarse en el banquillo por el delito de desaparición forzada, que contempla penas de hasta 60 años de cárcel. El político posiblemente mostrará una nueva cara más siniestra.
Antes de ser investigado por el desvío de casi 60.000 millones de pesos (2.587 millones de euros) de las cuentas públicas en su Gobierno, y ser acusado de infamias como haber comprado pruebas falsas de VIH para la población, Duarte se presentaba como parte de la “nueva generación de gobernadores”, como lo había acuñado el expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), de un partido históricamente relacionado con la corrupción y el autoritarismo, el PRI. Había tenido una carrera política meteórica..
Ganó las elecciones con casi 40.000 votos más que su antecesor. Sin embargo, los tiempos cambiaban en el país. La violencia se incrementaba por la guerra contra el…