Guerra arancelaria: China contraataca e impone derechos de aduana adicionales a productos estadounidenses

Mederson Alcindor

El miércoles 4 de febrero de 2025, China anunció una serie de medidas económicas, entre ellas la imposición de nuevos derechos de aduana a varios productos estadounidenses y la apertura de una investigación antimonopolio sobre Google.
Estas acciones se producen mientras el presidente estadounidense, Donald Trump, aplica un impuesto del 10% a los productos chinos, intensificando las tensiones comerciales entre los dos gigantes económicos.

El Ministerio de Comercio chino (MOFCOM) ha concretado las nuevas medidas adoptadas por Pekín. Las autoridades han anunciado un arancel del 15% sobre el carbón y los productos de gas natural licuado (GNL), así como un arancel del 10% sobre productos como el petróleo crudo, los equipos agrícolas y los automóviles pesados. Estas decisiones siguen a la reciente imposición de gravámenes adicionales a las importaciones chinas por parte de Estados Unidos.

En un comunicado, el ministerio chino denunció “el aumento unilateral de los derechos de aduana por parte de Estados Unidos, que viola gravemente las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)”. Pekín añadió que estas medidas corrían el riesgo de dañar la cooperación económica entre ambos países y perturbar la estabilidad de las cadenas mundiales de suministro.

Esta última escalada en la guerra comercial chino-estadounidense forma parte de una serie de medidas recíprocas. Las tensiones comenzaron en 2018, cuando Washington impuso aranceles a varios productos chinos. En respuesta, Pekín aplicó gravámenes similares a productos estadounidenses. Hoy, esta guerra arancelaria continúa, con subidas de aranceles por ambas partes.

El arancel del 10% impuesto por Donald Trump a los productos chinos ya está en vigor. Aunque el presidente estadounidense ha expresado su intención de reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, para discutir la situación, las negociaciones tienen dificultades para calmar la crisis.

Según las cifras publicadas por el Gobierno estadounidense, el comercio entre China y Estados Unidos alcanzó los 518.000 millones de dólares en los 11 primeros meses de 2024. Sin embargo, la balanza comercial sigue siendo ampliamente favorable a China, con un superávit de 269.000 millones de dólares. Este desequilibrio económico es uno de los principales puntos de fricción entre ambas naciones.

El comercio sino-estadounidense tiene un impacto significativo en la economía mundial. Los aranceles no sólo afectan a las empresas de ambos países, sino que también perturban las cadenas de suministro mundiales. Los consumidores estadounidenses se enfrentan a precios más altos de muchos productos chinos, mientras que las empresas chinas tienen que adaptarse a un mercado estadounidense menos favorable.

Pekín insiste en que “no hay ganador en una guerra comercial prolongada”. Según varios expertos económicos, esta situación podría ralentizar el crecimiento mundial y aumentar la incertidumbre en las relaciones comerciales internacionales.

La guerra comercial entre China y Estados Unidos parece lejos de resolverse. Ambas potencias siguen adoptando medidas económicas que afectan no sólo a sus propias economías, sino también al comercio mundial. Mientras China impone nuevos aranceles y abre una investigación a Google, la administración Trump sigue decidida a contrarrestar lo que considera prácticas comerciales desleales. La evolución de este conflicto podría redefinir la relación económica entre estas dos superpotencias y tener repercusiones duraderas en la economía mundial.

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