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Violencia de bandas armadas en Haití: la ONU pide el “despliegue urgente de una fuerza especializada

CTN News

Haití se sume día a día en una oleada de violencia que agrava las ya precarias condiciones de vida de la población.

En la capital, como en varias regiones del país, bandas armadas imponen su ley desafiando a las fuerzas del orden.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos informa de que, entre enero y mediados de marzo, un total de 531 personas murieron, 300 resultaron heridas y 277 fueron secuestradas.

“Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que considere urgentemente el despliegue de una fuerza de apoyo específica y limitada en el tiempo, de acuerdo con las leyes y normas internacionales de derechos humanos, como parte de un plan de acción integral y claro”, declaró Marta Hurtago, portavoz del Alto Comisionado de la ONU. Las dos primeras semanas de marzo parecen haber sido las más mortíferas, según los datos recogidos por la Unidad de Derechos Humanos de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (UNIHRO): al menos 208 muertos, 164 heridos y más de 100 secuestrados.

Marta Hurtago también expresó su preocupación por el clima de terror que se vive en el país. “Nos preocupa gravemente que la violencia extrema siga fuera de control en Haití”, declaró. Hizo estas declaraciones en una rueda de prensa periódica organizada por la ONU en Ginebra.

Esta espiral de violencia está provocando una oleada de desplazamientos y está cada vez más fuera de control. Cerca de 160.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y refugiarse en condiciones precarias con familiares o amigos.

Según Naciones Unidas, una cuarta parte de ellas vive en campamentos improvisados. Martha Hurtago recuerda que la inestabilidad y la violencia de las bandas han aumentado la inseguridad alimentaria en el país.

Aunque Naciones Unidas ha hecho repetidos e infructuosos llamamientos de ayuda, los miembros permanentes de la institución internacional, no menos influyentes, siguen mostrándose muy reticentes. El jefe del Estado Mayor de la Defensa de Canadá, Wayne Eyre, ha admitido claramente que su país no está preparado para liderar una posible misión en Haití debido a sus compromisos en Ucrania, según Reuters.

En cuanto a Brasil, el país que lideró la fuerza multinacional desplegada por la ONU en Haití, la MINUSTAH, tras la caída del presidente Jean Bertrand Aristide, el envío de tropas brasileñas no resulta obvio. En una entrevista concedida a The Guardian a principios de año, el Ministro de Asuntos Exteriores, Mauro Vieira, describió la situación en Haití como una crisis masiva que se agrava cada vez más.

“Creo que tenemos que buscar otras soluciones – no sé si enviar tropas o una operación de mantenimiento de la paz es la solución”, subrayó Vieira. “Y creo que otros países también podrían participar”.

En un discurso pronunciado en el cuartel general de las Fuerzas Armadas haitianas el viernes 17 de marzo, el Primer Ministro Ariel Henry, aparentemente decepcionado por la falta de tranquilidad de la comunidad internacional, anunció la movilización del ejército haitiano para luchar contra las bandas que ahora controlan casi el 60% de la capital.