Los solicitantes de asilo estadounidenses que lleguen a la frontera entre Estados Unidos y México se verán de nuevo obligados a esperar en México hasta que se tramiten sus solicitudes de asilo.
El pasado mes de enero, el gobierno de Joe Biden decidió poner fin a la política de su predecesor de obligar a los solicitantes de asilo a permanecer en México a la espera de que un juez se pronuncie sobre sus solicitudes. Los gobernadores de los estados controlados por los republicanos han emprendido acciones legales contra la decisión de Joe Biden. Tras escuchar a las partes, el Tribunal Supremo, formado en su mayoría por jueces conservadores, ha decidido a favor de los republicanos.
Esta política se restablecerá la próxima semana, según el medio de comunicación online AXIOS, citado por la agencia online INDEPENDENT.
“De acuerdo con la orden judicial, estamos trabajando para restablecer el MPP lo antes posible”, dijo Marsha Espinosa, una de las portavoces del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Sin embargo, la Sra. Espinosa recuerda que el gobierno no puede “… hacerlo hasta que [haya] obtenido el acuerdo independiente del gobierno de México para aceptar a quienes buscamos inscribir en el MPP. Comunicaremos al tribunal y al público el momento de la reimplantación cuando estemos listos para hacerlo”.
Varios defensores de los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos han calificado la política de racista. Para la Unión Americana de Libertades Civiles “esta política es ilegal e indeciblemente cruel. Las personas que fueron enviadas a México han sido constantemente objeto de horribles crímenes y explotación, incluyendo secuestros, violaciones y otros ataques violentos”, dijo la ACLU en su página web.
Para justificar la implementación de esta política, los funcionarios de inmigración bajo la administración de Donald Trump habían esgrimido “el alto índice de inmigrantes que no han solicitado asilo y/o han desaparecido antes de que un juez de inmigración pueda determinar el fondo de su solicitud”.
La jefa del DHS bajo el reinado de Donald Trump, Kirstjen Nielsen, explicó que “hemos implementado una acción sin precedentes que responderá a la urgente crisis humanitaria y de seguridad en la frontera sur. Este enfoque humanitario ayudará a poner fin a la explotación de nuestras generosas leyes de inmigración “, llamando a la política un” enfoque metódico de sentido común “.
Durante su campaña electoral, el candidato Joe Biden prometió reformar el sistema migratorio estadounidense regularizando la situación de millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos. Una promesa que tiene dificultades para cumplir debido a la frágil mayoría que tienen los demócratas en las dos ramas del Congreso.