Desde hace más de una semana, la situación que era insoportable se ha vuelto cada vez más catastrófica para los habitantes del área metropolitana de Puerto Príncipe.
Secuestros, tiroteos, asesinatos en serie, violaciones, bloqueos de calles… este es el día a día de la población.
Y todo esto ocurre bajo el mayor silencio de las autoridades gubernamentales.
No pasa un día sin que haya una alerta de secuestro. Escolares, estudiantes, pequeños comerciantes, funcionarios, trabajadores del sector privado, altos cargos de la policía, ciudadanos de a pie… nadie está a salvo de los secuestradores.
“Hoy en día, la capital de Haití está controlada al 100% por bandas armadas”, declaró Marie Rosy Auguste Ducéna, de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH), en declaraciones recogidas el lunes por Radio France Internationale. El medio subraya que, en 48 horas, se han registrado al menos 80 secuestros en toda la ciudad, incluso en los barrios ricos de Puerto Príncipe y a plena luz del día. Entre las víctimas se encuentra el Inspector General de la Policía Nacional de Haití, secuestrado el viernes con su hija cuando la acompañaba al colegio.
Invitado por varios medios de comunicación para ofrecer una actualización sobre la violencia que se multiplica en la capital, el director ejecutivo de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos, Pierre Esperance, reveló que la guerra de bandas por el control de territorios en Puerto Príncipe había dejado ya al menos 60 muertos y decenas de desaparecidos hasta el 4 de marzo.
En el centro de Puerto Príncipe, en otros barrios como Nazon, Solino, Bas Delmas y Christ-Roi, los ciudadanos se ven obligados a abandonar sus casas para hacer frente a la furia de las bandas, que disparan día y noche.
En las alturas de Puerto Príncipe, sobre todo en Fort-Jaques, Fermathe, Thomassin y Laboule, aumentan los actos de secuestro y homicidio.
Hace menos de una semana, la subcomisaría de Fort-Jacques fue incendiada por bandidos.
En la llanura de Cul-de-Sac, sobre todo en Bon-Repos, la situación es lamentable. Los hombres armados están como platos. Matan, secuestran y violan a mujeres y niñas con toda tranquilidad.
Este lunes, varias instituciones educativas de Puerto Príncipe pidieron a los padres que mantuvieran a sus hijos en casa debido al creciente número de secuestros y ataques con proyectiles, sobre todo en el centro de la ciudad.
Mientras se multiplican las peticiones de ayuda, las autoridades guardan silencio, afirmando que todo está bajo control. La comunidad internacional multiplica sus misiones y reuniones. Y la gente muere.
Como muchos ciudadanos atrapados por los matones, el director general de la compañía de telefonía móvil Digicel, el empresario Marten Boute, ha lanzado este SOS:
La situación en Puerto Príncipe es cada vez más desesperada. Las bandas armadas campan a sus anchas por la capital. Recibimos noticias de secuestros cada pocas horas. Esta mañana se ha anunciado el cierre de más escuelas. Nadie está a salvo. La desesperación se está apoderando de nosotros”, escribió en Twitter.
Con esta petición de ayuda: “¡Necesitamos ayuda!