La nueva sheriff de Miami-Dade aclara su papel en materia de inmigración y la cooperación de su condado con las autoridades federales.
Rosie Cordero-Stutz, la recién elegida sheriff del condado de Miami-Dade, reafirmó recientemente su compromiso con la seguridad pública al tiempo que coopera con las autoridades federales «cuando sea necesario». Esta postura matizada forma parte de los debates nacionales en curso sobre la aplicación de las leyes de inmigración y la confianza de la comunidad.
En una declaración en vídeo publicada en las redes sociales, Cordero-Stutz subrayó que sus ayudantes no investigan el estatus migratorio de una persona, sino que se centran en detener a las personas que infringen las leyes locales.
«Mis ayudantes detendrán a cualquier persona que haya cometido un delito, independientemente de su situación migratoria….. Si se le detiene por cometer un delito y ya ha sido detenido por motivos de inmigración, se le entregará a la agencia apropiada», dijo, según CBSNews.
Apoyar los esfuerzos federales manteniendo el enfoque local
Aunque la Oficina del Sheriff de Miami-Dade (MDSO) no tiene autoridad para deportar a personas, sí colabora con agencias federales como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) cuando se le solicita.
Programas como la Iniciativa Federal 287(g) permiten la colaboración entre las fuerzas de seguridad locales y el ICE para identificar a individuos con asuntos de inmigración pendientes mientras están bajo custodia.
El enfoque de la sheriff Cordero-Stutz se alinea con las prácticas de larga data en Miami-Dade, pero adquiere un nuevo significado ya que la inmigración sigue siendo un tema político polémico.
En una entrevista con CBS News Miami, dejó claro que sus ayudantes no son agentes de inmigración y que sólo intervienen en contextos legales específicos. Subrayó la importancia de garantizar que las víctimas de delitos se sientan seguras a la hora de denunciar incidentes, sin temor a consecuencias relacionadas con su estatus migratorio.
La sheriff Cordero-Stutz, que tomó posesión de su cargo a principios de 2025, hizo historia al convertirse en la primera sheriff elegida de Miami-Dade en más de 50 años y en la primera mujer hispana que ocupa el cargo.
Su elección se produjo tras una enmienda constitucional que obligaba al condado a restablecer el cargo de sheriff electo, un puesto que había sido abolido tras los escándalos de corrupción de los años sesenta.
Profesional experimentada de las fuerzas del orden con 28 años de experiencia, Cordero-Stutz fue subdirectora del Departamento de Policía de Miami-Dade. Su campaña, respaldada por destacados republicanos como Donald Trump y los senadores de Florida Marco Rubio y Rick Scott, se centró en reforzar la seguridad pública y restablecer la confianza en las fuerzas del orden.
La ley de Florida obliga a las agencias locales a cooperar con el ICE atendiendo las solicitudes de detención, que dan a las autoridades federales tiempo adicional para transferir la custodia de los indocumentados.
Sin embargo, el condado de Miami-Dade ha optado por no participar en programas para asignar agentes locales a la aplicación de la ley de inmigración, manteniendo así una línea clara entre la aplicación de la ley local y las responsabilidades federales en materia de inmigración.
Miami-Dade: un bastión de inmigrantes haitianos
Miami-Dade es el condado de Estados Unidos con mayor número de inmigrantes haitianos. Comprende 25 ciudades y 9 pueblos, entre ellos parte de Miami, North Miami, Miami Beach y North Miami Beach, todos ellos bastiones haitianos donde muchos residentes se encuentran en situación irregular, según los datos del ICE.
A medida que Miami-Dade entra en una nueva era de liderazgo electo de las fuerzas del orden, la sheriff Cordero-Stutz se enfrenta al doble reto de garantizar la seguridad pública y, al mismo tiempo, fomentar la confianza entre las diversas comunidades a las que sirve. Su clara postura sobre la aplicación de la ley de inmigración refleja un esfuerzo por equilibrar estas prioridades, garantizando el cumplimiento de la ley sin comprometer la sensación de seguridad esencial para la cooperación entre las comunidades predominantemente inmigrantes de Miami-Dade.