Mientras el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se prepara para formalizar una nueva política de autodeportación, diversas voces se alzan para denunciar lo que algunos describen como una “estrategia engañosa y cínica” destinada a presionar a los inmigrantes indocumentados a abandonar voluntariamente los Estados Unidos.
Según información compartida por el reportero de Fox News, Bill Melugin, la nueva iniciativa de la administración Trump permitiría que los inmigrantes indocumentados se registren para salir del país por su cuenta, mientras reciben incentivos financieros una vez que se haya confirmado su salida.
Tomando en cuenta el alto costo de las operaciones de los agentes del ICE, “el DHS anunciará hoy que comenzará a financiar vuelos comerciales para extranjeros ilegales que acepten autodeportarse, y les pagará un bono de $1,000 una vez que se confirme su salida,” publicó Melugin en X (anteriormente Twitter), según informó Raw Story.
Funcionarios del DHS, también citados por Melugin, afirman que este programa permitiría ahorrar aproximadamente un 70% de los costos relacionados con arrestos, detenciones y deportaciones. “El costo promedio de una deportación forzada supera los $17,000, mientras que este programa costaría en promedio solo $4,500 por persona”, según Raw Story. Además, el DHS sostiene que esto reduciría los riesgos para los agentes de inmigración y liberaría recursos.
Para muchos activistas en defensa de los derechos de los inmigrantes, esta decisión representa una admisión del fracaso de la política migratoria de la administración Trump, que comienza a darse cuenta de que es matemáticamente imposible deportar a los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados que residen en los Estados Unidos.
Varios especialistas en inmigración están dando la voz de alarma sobre lo que califican como un método engañoso y cruel para obligar a los inmigrantes a abandonar voluntariamente el país. Aaron Reichlin-Melnick, abogado del American Immigration Council, advierte que esta medida podría perjudicar gravemente los derechos de los migrantes.
“Es increíblemente cruel por parte del DHS sugerir que quienes abandonan voluntariamente el país podrán regresar legalmente a Estados Unidos más adelante”, declaró en X, según Raw Story. “Muchas personas podrían creer esta promesa y acabar en una situación legal mucho peor. Es una trampa”, enfatizó.
El experto señala que muchos inmigrantes indocumentados son, en realidad, solicitantes de asilo que huyen de la violencia o la persecución en sus países de origen. Si se les anima a irse, el gobierno podría usar su salida como pretexto para negarles protección en caso de regresar.
“Esto facilitaría mucho la exclusión de estas personas del programa de asilo”, explicó Reichlin-Melnick, quien recomendó enfáticamente a los inmigrantes no caer en la trampa de la autodeportación propuesta por la administración Trump.
Toda persona que se encuentra en los Estados Unidos tiene derecho al debido proceso. Aunque el gobierno federal quiera deportar a todos, hay un procedimiento judicial que debe respetarse en todos los casos.
Esta iniciativa surge mientras la administración Trump intenta equiparar legalmente a los solicitantes de asilo con otras categorías de inmigrantes en situación irregular, una práctica denunciada como ilegal por varias organizaciones defensoras de los derechos humanos. Además, legisladores republicanos en el Congreso proponen actualmente la imposición de tarifas especialmente elevadas para las solicitudes de asilo, lo cual podría hacer que el proceso sea inaccesible para la mayoría de los solicitantes.