La administración Trump pone fin al Estatus de Protección Temporal para afganos y cameruneses

Emmanuel Paul

Después de revocar las protecciones para los venezolanos, la administración Trump ha anunciado ahora la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para los nacionales de Afganistán y Camerún que residen en Estados Unidos.

La decisión fue anunciada públicamente por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) como parte del endurecimiento de la política migratoria del actual gobierno.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, declaró que ambos países ya no cumplen con los requisitos legales para seguir beneficiándose del TPS. La protección para los ciudadanos afganos terminó oficialmente el 21 de marzo, y para los cameruneses el 7 de abril, tras evaluaciones realizadas por funcionarios del DHS, según un portavoz citado por Scripps News.

El TPS es un programa humanitario que permite a personas provenientes de países afectados por conflictos armados o desastres naturales permanecer temporalmente en Estados Unidos y evitar la deportación. Afganistán recibió el TPS en 2022, tras el retiro de las tropas estadounidenses y la toma del poder por parte de los talibanes. El estatus fue renovado en 2023 debido a los riesgos persistentes en materia de seguridad, violaciones de derechos humanos y el deterioro de la situación humanitaria.

Sin embargo, la administración actual sostiene que la situación en el terreno ya no justifica mantener esta protección. La decisión ha generado gran preocupación entre organizaciones defensoras de los derechos humanos y de los refugiados.

Krish O’Mara Vignarajah, presidenta de Global Refuge, condenó enérgicamente la medida:
«Poner fin a estas protecciones es una traición para quienes arriesgaron sus vidas apoyando a Estados Unidos en tiempos de guerra», afirmó. «Afganistán sigue sumido en una profunda inestabilidad, represión, pobreza y el colapso de los servicios básicos», agregó en declaraciones a Scripps News.

Las cartas enviadas a los beneficiarios indican que tienen siete días para abandonar el país o podrían ser objeto de un proceso de deportación, salvo que consigan un cambio en su estatus migratorio.

Las organizaciones que asisten a refugiados afganos también reaccionaron con dureza. Shawn VanDiver, director de la coalición AfghanEvac, consideró que se trata de una medida punitiva, no de una decisión basada en hechos:
«Nada ha cambiado en el terreno. Decir lo contrario es una ficción política», afirmó, calificando la medida de “cruel” y “contraria a los valores estadounidenses”.

La administración Trump también ha reducido el período de renovación del TPS para los haitianos. Se espera que a inicios de junio se tome una decisión sobre si se renovará el programa para los inmigrantes haitianos. Sin embargo, el panorama no es alentador, ya que el presidente ha declarado previamente su intención de poner fin al TPS para Haití.

No obstante, existe una alta probabilidad de que la cancelación del TPS para afganos y cameruneses sea bloqueada por los tribunales. Un juez federal en California suspendió recientemente la revocación del TPS para los venezolanos. También se ha presentado una demanda legal para proteger a los beneficiarios haitianos, lo que podría representar un importante obstáculo judicial.

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