Después de más de seis semanas en detención, la estudiante turca de la Universidad de Tufts fue finalmente liberada el viernes por la tarde.
Rumeysa Ozturk, una estudiante de doctorado de 30 años, fue puesta en libertad bajo fianza tras haber pasado más de un mes y medio en un centro de detención de migrantes en Luisiana. Ozturk sostiene que su arresto fue en represalia por un artículo de opinión que coescribió en 2023, en el cual criticaba la respuesta de la Universidad de Tufts a la guerra de Israel en Gaza.
Durante la audiencia del viernes en Burlington, Ozturk apareció por videoconferencia desde el centro de detención. Expresó su deseo de simplemente retomar sus estudios, revelando que sufrió varios ataques de asma mientras estuvo detenida. “Terminar mi doctorado es extremadamente importante para mí”, declaró.
El juez federal William Sessions ordenó su liberación inmediata, en espera de una decisión final sobre su caso migratorio. Elogió la dedicación y el compromiso académico de la estudiante: “Es una mujer completamente entregada a su carrera académica”, afirmó. “No ha hecho más que asistir a su universidad y construir vínculos positivos y solidarios dentro de la comunidad”.
Un memorando del Departamento de Estado justificó la revocación de su visa alegando que sus posturas podrían haber, según las autoridades, “comprometido la política exterior de EE. UU. al crear un ambiente hostil para los estudiantes judíos” y demostrado un apoyo implícito a “una organización designada como terrorista”, particularmente a través del artículo coescrito con un grupo que luego fue suspendido del campus.
Sin embargo, el juez Sessions desestimó esas acusaciones al concluir que “no existe absolutamente ninguna prueba” de que Ozturk haya participado en actos violentos ni que haya incitado a la violencia.
Los abogados de la estudiante argumentaron que su detención violaba su derecho a la libertad de expresión y al debido proceso. El juez expresó una profunda preocupación por las implicaciones más amplias del caso, afirmando que podría intimidar a “millones de personas no ciudadanas que viven en Estados Unidos”, quienes ahora podrían temer ejercer su derecho a la libre expresión “por miedo a ser arrestadas violentamente y detenidas”, escribió.
Su arresto, ocurrido en marzo mientras caminaba por una calle de Boston, fue captado en video: en las imágenes se ve a agentes de inmigración, con el rostro cubierto, arrestándola con fuerza.
Durante una serie de operativos de ICE el pasado marzo, más de 370 inmigrantes fueron arrestados en Boston y otras grandes ciudades de Massachusetts. Aproximadamente cincuenta más fueron detenidos esta semana en Boston, Worcester, Framingham y otras localidades. Esto ha generado una gran preocupación entre las comunidades inmigrantes del estado, que viven con un miedo constante.
Hospitales, escuelas y otras instituciones públicas de Massachusetts han reportado una disminución considerable en la asistencia de inmigrantes a sus citas de rutina.