A menos de cuatro días de las elecciones presidenciales estadounidenses, los haitianos siguen siendo el blanco de los ataques racistas de los republicanos MAGA.
Después de Donald Trump, JD Vance y Elon Musk, entre otros, ahora es el turno de Rudy Giuliani de lanzar insultos racistas contra los inmigrantes haitianos en Estados Unidos.
En su intervención en el podcast «Flyover Conservatives», Giuliani afirmó que los inmigrantes haitianos que viven legalmente en Springfield (Ohio) «no deberían haber sido sacados de la jungla».
Sus comentarios suscitaron rápidamente críticas, y muchas personas los calificaron de racistas y ofensivos.
En el podcast, Giuliani admitió que algunas de las afirmaciones hechas por Trump y su aliado político JD Vance -incluida la falsa acusación de que los inmigrantes haitianos se estaban comiendo las mascotas de los residentes de Springfield- «podrían no ser ciertas», pero que, no obstante, servían para poner de relieve los problemas asociados a la inmigración.
Este planteamiento de utilizar declaraciones incendiarias para suscitar preocupación ha suscitado cuestiones éticas sobre la retórica empleada por algunos políticos para hablar de las comunidades inmigrantes.
Giuliani fue más allá, afirmando comprender a la comunidad haitiana por su experiencia «negociando con Haití cuando trabajaba para Ronald Reagan».
Refiriéndose vagamente a políticas similares a «quedarse en México», pintó una imagen general y poco halagüeña de los inmigrantes haitianos, asociándolos con estereotipos y malentendidos culturales, incluyendo referencias a sacrificios de animales en prácticas vudú.
Sin embargo, sus comentarios más controvertidos se produjeron cuando sugirió que los inmigrantes haitianos «vivieron hace 200 años» y que no era prudente reasentarlos en comunidades estadounidenses. Giuliani dijo: «No deberíamos haberlos sacado de la selva y ponerlos en medio de una pequeña ciudad estadounidense. Es ridículo. O en una gran ciudad estadounidense. Esta gente está loca, por lo que están haciendo. Están locos». La declaración, que sugiere que los inmigrantes haitianos son de algún modo «primitivos» o no tienen cabida en la sociedad estadounidense, fue rápidamente recogida y compartida por la campaña presidencial de Kamala Harris en las redes sociales.
Los comentarios de Giuliani provocaron fuertes reacciones, sobre todo entre quienes defienden a las comunidades de inmigrantes. Sus palabras reflejan una retórica inquietante que, según muchos, alimenta estereotipos negativos sobre las poblaciones inmigrantes, en particular las procedentes de Haití y otros países en desarrollo. Estas declaraciones no sólo insultan a los inmigrantes haitianos, sino que perpetúan nocivas ideas erróneas sobre su cultura y su modo de vida.
Mientras el debate sobre la inmigración sigue siendo un tema central en la política estadounidense, los haitianos en Estados Unidos se encuentran entre los grupos de inmigrantes más atacados por los partidarios de Donald Trump, con falsas acusaciones inventadas para «llamar la atención del pueblo estadounidense sobre los problemas de la inmigración en Estados Unidos».
En una entrevista con Dana Bash, de CNN, el candidato republicano a la vicepresidencia admitió haberse inventado acusaciones sobre los haitianos de Springfield (Ohio).
Para muchos observadores, el implacable ataque de los republicanos contra los haitianos va más allá de una simple agenda electoral. En su opinión, el pueblo haitiano sigue pagando por haberse atrevido y logrado independizarse por la fuerza de las armas en 1804. La hazaña de 1804 molesta, pues, a la supremacía blanca en Estados Unidos y otros países occidentales.