¿Asistimos a la deshumanización de la ciudad? | Cultura

CTN News

 

La muerte del fotógrafo René Robert, congelado en las calles de París tras sufrir una caída, ha puesto de relevancia algo que no ignoramos y sin embargo hemos dejado de ver: cientos de personas malviven en las calles.

¿Por qué la muerte en la calle de un anciano de 84 años nos ha afectado más que la de cualquiera de los sin techo que fenecen en las ciudades supuestamente más civilizadas y democráticas del mundo? ¿Porque tenía donde dormir? ¿Porque cayó y nadie le ayudó? ¿O porque hemos sentido que lo que le ocurrió a Robert nos podría pasar a nosotros? ¿Qué quiere eso decir? Que la convivencia se ha convertido en competencia y hemos dejado de ver. Esa es la noticia: los problemas propios no nos dejan ver los de los demás. Vivimos juntos pero aislados. ¿Qué contribuye a la deshumanización de las ciudades?

Pinchos y cemento en una jardinera de la plaza de Soledad Torres Acosta de Madrid.
Pinchos y cemento en una jardinera de la plaza de Soledad Torres Acosta de Madrid.Carlos Rosillo (EL PAÍS)

En la antigua Grecia, quien no se preocupaba por el bien común era un idioté. Quien desatendía urgencias de la comunidad para ocuparse solo de lo propio era idiota porque, aunque pueda parecer que es más fácil ser consumidor que ciudadano, el hombre es un animal social y su convivencia, en casa y en la ciudad, es intercambio, diálogo y cuidado que necesitamos para vivir.

En Europa, los centros de acogida no dejan de aumentar sus plazas. Hay 271 en Bilbao y las 1.017 camas de Madrid llegan a 2.684 durante el frío intenso. Cada día, en urbes como Tenerife o Cádiz, la red de Cáritas ofrece “café y calor”. Desde su página web, la Fundació Arrels pregunta: ¿has visto a alguien en la calle? Y ofrece información si se tiene perro, se necesita una ducha o comida. Las calles de las ciudades revelan y reflejan los valores de la sociedad que las habita. En las nuestras cada vez hay menos bancos porque es más rentable ocupar las aceras con terrazas. En el siglo XXI, los que tienen malas rachas ya no acaban…

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