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Récord de deportaciones bajo la administración Biden: 271.484 personas deportadas en 2023-2024, Haití muy abajo en la clasificación

Emmanuel Paul
Emmanuel Paul - Journalist/ Storyteller

Mientras todas las miradas están puestas en Donald Trump, que prometió la mayor deportación de la historia estadounidense, la administración Biden sigue batiendo récords en la deportación de inmigrantes sin documentos legales en Estados Unidos.

En su último informe anual, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) reveló un aumento significativo de las deportaciones, alcanzando el nivel más alto en una década.

En un periodo de 12 meses que finalizó el 30 de septiembre de 2024, el ICE deportó a 271.484 personas a 192 países. Estas cifras representan más del doble del número de deportaciones durante el mismo periodo del año anterior, que fue de 142.580 en 2023.

El número de deportaciones representa la mayor actividad del ICE desde 2014, cuando se deportó a 315.943 personas.

Durante el primer mandato de Trump, el mayor número anual de deportaciones alcanzó las 267.258 en 2019.

El aumento actual refleja los renovados esfuerzos de la agencia bajo la administración Biden, centrados en la eficiencia operativa y la coordinación logística.

El aumento de las deportaciones se vio facilitado en gran medida por el aumento de las operaciones de vuelo, incluidos los horarios de fin de semana y los acuerdos de viaje acelerado a países como Guatemala, Honduras y El Salvador.

Además, el ICE llevó a cabo importantes deportaciones a otros países, sobre todo a China, lo que supuso su primer vuelo de deportación a gran escala a ese país en seis años.

Los vuelos se extendieron también a Albania, Angola, Egipto, Georgia, Ghana, Guinea, India, Mauritania, Rumania, Senegal, Tayikistán y Uzbekistán.

Paralelamente a la oleada de deportaciones, la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) informó de un drástico descenso de las detenciones por cruce ilegal de fronteras. En noviembre de 2024 se realizaron 46.612 detenciones, lo que supone un descenso del 18% respecto al mes anterior y una reducción de más del 80% respecto al récord de 250.000 detenciones alcanzado en diciembre de 2023.

Dos factores contribuyeron significativamente a este descenso:

  • Intensificación de la represión mexicana: Las autoridades mexicanas intensificaron los controles internos, lo que se tradujo en una reducción del 50% de los cruces fronterizos.
  • Endurecimiento de las restricciones estadounidenses al asilo: Introducidas por el presidente Joe Biden en junio de 2024, estas políticas redujeron aún más a la mitad las detenciones fronterizas.

México fue el principal receptor de expulsiones, con 87.298 traslados. Le siguieron Guatemala (66.435) y Honduras (45.923), reflejo de patrones migratorios de larga data y de la facilidad logística. Los países centroamericanos, así como México, han mostrado una mayor disposición a acoger a sus nacionales, facilitando los procedimientos de deportación del ICE.

Aunque cientos de inmigrantes haitianos han sido deportados, Haití no encabeza la lista, según los datos publicados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).

En el año fiscal que finalizó en septiembre de 2024, sólo se detuvo a 559 haitianos, entre otros en Miami, Boston y Newark.En términos de arrestos seguidos de detenciones, 2.346 haitianos se encuentran entre las 302.742 personas detenidas en todo el país.

Además, 792 ciudadanos haitianos fueron repatriados a Haití, según el Servicio de Inmigración estadounidense.

Miami, Harlingen, Houston, Atlanta y San Antonio se encuentran entre las principales ciudades donde los agentes de aduanas han detenido a ciudadanos haitianos.

Estas cifras suponen un fuerte descenso con respecto a 2023, cuando más de 17.000 personas fueron devueltas a Haití desde Estados Unidos, según los datos del ICE.

Aunque el ICE registró un número récord de deportaciones, sigue enfrentándose a importantes limitaciones, sobre todo en cuanto a capacidad de detención y personal.

Durante el mismo periodo de 12 meses, la agencia detuvo a una media de 37.700 personas al día, una cifra limitada por la financiación del Congreso.

La capacidad de detención está a punto de convertirse en un obstáculo crítico en los planes de deportación masiva de Trump, que puede contar con el gobernador de Texas para proponer el uso de terrenos rurales como zonas de tránsito para la detención y el procesamiento.

Sin embargo, la dotación de personal del ICE no ha aumentado en proporción a su carga de trabajo, que ha pasado de 6,1 millones de personas en un año a 7,6 millones de personas rastreadas por los tribunales de inmigración.

A pesar de este aumento, la unidad de aplicación de la ley y deportación del ICE ha mantenido una plantilla estable de unos 6.000 agentes durante la última década.

Es seguro que estas cifras aumentarán drásticamente bajo la administración de Donald Trump, que ha prometido la política de deportación más amplia y agresiva de la historia de Estados Unidos.

Caída de las detenciones dentro del país

Las detenciones dentro de Estados Unidos han descendido considerablemente: el ICE realizó 113.431 arrestos en el ejercicio fiscal más reciente, un 34% menos que los 170.590 del año anterior. El descenso refleja la necesidad de la agencia de priorizar los recursos en la frontera entre Estados Unidos y México, reduciendo la atención prestada a las detenciones en el resto del país.

La expansión operativa del ICE ha ido acompañada de importantes implicaciones financieras.

Los vuelos de deportación y los centros de detención son empresas costosas, tanto más cuanto que la agencia amplía su alcance a países lejanos.

Los procedimientos de viaje simplificados de la administración Biden para los deportados a Centroamérica han reducido algunos costes, pero las tasas diarias de detención siguen siendo un tema controvertido.

La carga financiera, combinada con el personal y la capacidad de detención limitados del ICE, plantea dudas sobre la sostenibilidad de los programas de deportación ampliados bajo las políticas de inmigración propuestas por Trump.

Es probable que el enfoque de Trump sobre la aplicación de las leyes de inmigración se base en los programas existentes, al tiempo que se somete a escrutinio por sus implicaciones más amplias. Los próximos pasos en la política de inmigración requerirán equilibrar la eficiencia operativa con consideraciones éticas y tener en cuenta los considerables impactos sobre las personas y las comunidades.

Fuentes

Associated Press (AP): «La agencia de inmigración deporta a más personas desde 2014, gracias al aumento de los vuelos».

Datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE) y del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU. (CBP).

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