Sí, es una arrogancia querer imponer la obligación de llegar alto, muy alto de hecho, a un público melómano mimado por la facilidad. Es pues el álbum de estas dos divinidades musicales y artísticas (Regi & Dener) orquestado bajo el sello de su agrupación musical (una verdadera escuela) llamada Zafem, recién presentado al público, que nos da derecho a tasar su riesgo de imponer una obra inédita y rara a nuestro público-docilio de ARROGANCIA.
Así que cambiaré rápidamente de opinión.
No es la arrogancia lo que está en juego, sino un lenguaje precioso que transporta a los dos amigos de la tierra a la exaltación. Y en el proceso se han hecho divinos.
Porque sólo los dioses son capaces de producir obras que pisoteen la PERFECCIÓN.
Como poeta y escritor, sopeso mis palabras, aunque reconozco que algunas pueden ser excesivas. En cualquier caso, se trata de un privilegio de la literatura.
Las obras literarias de más éxito siempre han sido las que tienen más ficción. Cuanto más inventivo es el texto, más poesía tiene. Los distintos textos de este álbum de Zafem dan fe de ello, incluido el que da título a Lalin ak Solèy.
Es precisamente este texto bien construido, que trata del amor a un nivel apenas perceptible, el que servirá de pretexto para decir que el compositor se ha servido, tal vez sin saberlo siquiera, del movimiento literario “El realismo de lo maravilloso” dejado como legado por el divino Jacques Stephen Alexis, magnificado en su obra titulada “Les Arbres musiciens”.
Hagamos una demostración:
Solèy la di fò l leve li douvanjou
Lalin lan di li sou pran plezi l toujou
En estos dos versos, de tres metros de largo cada uno, y que muestran rimas planas a fonéticas (ou)(douvanjou/toujou), el compositor o letrista se hace narrador externo y hace hablar al sol y a la luna.
La personificación del sol y de la luna es una autoridad poética que el compositor se otorga para hacer saltar las imágenes unas sobre otras.
Más adelante leemos:
“Zetwal yo kite syèl la toutouni
Ou ka wè jan tete lavi blayi
Tout moun ap founi je pou jwi
Tan an make lanmou ak lamitye
Moun sou latè wè tout fouk syèl la
Yo kenbe Bondye nan foure je gade”.
Estos versos declaran un encanto poético bastante significativo y demuestran que el compositor es un herrero de la palabra.
Sólo un poeta está investido del poder de agarrar a Dios (una entidad ideal, invisible y espiritual) de la mano y arrastrarlo a una dimensión física y carnal.
“Yo kenbe Bondye kap pran jòf” “Dios lap fon ti jwi”…
Véase cómo el texto, al citar a Dios y cómo lo cita, hace de Dios, que es una maravilla, un personaje real y un actor.
Si a un cristiano (seguidor del cristianismo) no se le permite pronunciar tales palabras sin correr el riesgo de blasfemia, ¡sabemos al menos que Dios concede a los prestidigitadores el privilegio de burlarse de él!
Consideraciones literarias
Este texto, Lalin ak Solèy, utiliza ciertamente el arte literario que lleva el nombre de poesía. En la medida en que el texto se compone de palabras cotidianas, pero dispuestas con el arte y la destreza de los poetas.
El texto constituye un lenguaje codificado elevado a un registro digno del género poético.
Sin embargo, hay que señalar que el compositor, quizá para adaptarse a las exigencias de la música, pasa por alto ciertas reglas del arte.
Desde el punto de vista de la forma poética:
El texto no es ni una “balada”, ni un “soneto”, ni un “terceto”, por lo que el compositor no se preocupó por el número de versos incluidos en cada estrofa.
Desde el punto de vista de la versificación :
El texto está bien versificado.
a. Ritmo
Si contamos los pies o sílabas de algunos versos encontraremos 11 sílabas. Por ejemplo: so/lèy/la/di/fòl/le/ve/li/dou/van/jou.
La/lin/ lan/ di /li /sou /pran/ ple/zil/ tou/jou
Si el compositor hubiera añadido un último pie a estos versos, habría producido un alejandrino compuesto por dos hemistiquios de seis sílabas.
Aunque la noción de cesura no se respeta en el ritmo, el compositor ha puesto de relieve la noción de encabalgamiento lanzando parte de ciertos versos sobre el verso siguiente.
b. Desde el punto de vista de las rimas :
Disposición: las rimas son rimas planas (aabb).
En cuanto a la calidad de las rimas, encontramos que algunas son ricas, otras suficientes.
Conclusión:
El dúo Dener Céide y Réginald Cangé ha hecho un buen trabajo y ofrece un álbum maduro a todos los niveles. Se han impuesto el reto de distinguirse de los aficionados. Llevan los límites muy lejos. Han dado cabida a una música culta e ilustrada. El fondo musical es también obra de genios y grandes pensadores. Los musicólogos estarían encantados de apreciar semejante orquestación.
Los medios de comunicación deberían difundir y promocionar un álbum así en aras del interés y la utilidad públicos.
Recomiendo escuchar y disfrutar de los diversos temas de este disco, por amor a la buena música y al arte que enternece las tensiones que intentan convertirnos en robots; la Poesía.
Éxito al grupo musical Zafem.
Daniel Loriston
Poeta/Escritor
loriston2000@gmail.com
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