El entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que anunció ayer el presidente Alberto Fernández incluyó una serie de compromisos por parte de la Argentina que, a primera vista, según analistas consultados por LA NACION, son de posible cumplimiento, aunque no sin cierto esfuerzo y teniendo en cuenta que hay la letra chica que aún no se conoce y que puede tornar más duros los requerimientos del organismo de crédito.
En principio, lo que figura en el entendimiento, según especificó el ministro de Economía, Martín Guzmán, es una reducción del déficit fiscal (a 2,5% del PBI este año, 1,9% en 2023 y 0,9% en 2024); una menor emisión monetaria (pasar del 3,7% del PBI del año pasado a 1% este año, a 0,6% en 2023 y acercarse a 0 en 2024); fijar tasas de interés por encima de la inflación; hacer crecer las reservas del Banco Central en US$5000 millones este año; bajar la inflación, y cumplir el nuevo cronograma de pagos.
Mario Blejer, expresidente del Banco Central, dio su opinión general para luego volcarse a lo particular. “Lo acordado es factible y es positivo, aunque no soluciona todos los problemas de la Argentina”, dijo. Y agregó: “Hay que ver todavía letra chica del entendimiento, pero mi impresión es que se trata de algo bueno, porque en realidad se está renovando el crédito”.
Asimismo, Blejer opinó que las condiciones son más favorables para el país y más posibles de cumplir de lo que eran las exigencias que había al principio y que tenían trabada la negociación. “De todos modos, habrá que ver cómo se va a hacer para llegar al déficit estipulado, porque no es posible tener un déficit menor al actual si no se cambia nada del gasto como está hoy”, señaló.
En cuanto al compromiso de buscar las…