Mientras la inestabilidad sigue causando estragos en Haití, las Naciones Unidas llaman la atención sobre los actos de violencia sexual contra mujeres y niñas en refugios temporales.
El reciente informe de ONU Mujeres revela las terribles condiciones y la extrema inseguridad a la que se enfrentan unas 300.000 mujeres y niñas desplazadas, en un contexto de inestabilidad política constante, escalada de la violencia de las bandas y la amenaza inminente de la temporada de huracanes.
Las mujeres y las niñas representan más de la mitad de los 580.000 desplazados en Haití, según el informe de la ONU.
La evaluación rápida de género llevada a cabo por ONU Mujeres en abril en seis de los lugares de desplazamiento más populosos y diversos de Puerto Príncipe pone de relieve las graves vulnerabilidades de estos campamentos improvisados. La falta de infraestructuras esenciales, como iluminación y cerraduras seguras en zonas clave como dormitorios y aseos, expone a los residentes a las amenazas diarias de bandas armadas.
El informe destaca la urgente necesidad de mejorar la protección, ya que los residentes están constantemente expuestos al peligro de las balas perdidas y a otros riesgos de seguridad.
Además, el informe revela que la violencia sexual y de género, en particular las violaciones, se utiliza como táctica deliberada para controlar el acceso de las mujeres a la ayuda humanitaria en estos campos. «Nuestro informe nos dice que el nivel de inseguridad y brutalidad, incluida la violencia sexual, al que se enfrentan las mujeres a manos de las bandas en Haití no tiene precedentes. Esto debe terminar ahora», dijo Sima Bahous, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres.
A la luz de estos alarmantes resultados, la Sra. Bahous instó al nuevo gobierno haitiano a tomar medidas inmediatas para prevenir y responder a la violencia contra las mujeres y las niñas. Subrayó la necesidad de aumentar la participación de las mujeres en la gestión de los campamentos de desplazados para garantizar que se tienen en cuenta sus preocupaciones en materia de seguridad. Bahous también subrayó que «la ayuda humanitaria debe distribuirse de forma segura, teniendo en cuenta las diferentes necesidades de las mujeres y las niñas».
El informe también ofrecía un panorama desolador de la situación económica en estos campos. Casi el 90% de las mujeres entrevistadas afirmaron no tener ninguna fuente de ingresos.
En un esfuerzo desesperado por mantenerse, más del 10% de las entrevistadas admitió haber considerado o recurrido al trabajo sexual o la prostitución, mientras que el 20% conocía al menos a una persona que lo había hecho.
El coste psicológico fue igual de desastroso: el 70% de las mujeres se declararon mentalmente afectadas por el recrudecimiento de la violencia, y sólo el 10% tenía acceso a servicios sanitarios en los campamentos.
En respuesta a esta crisis, ONU Mujeres está apoyando activamente a las organizaciones de mujeres para llegar a las personas desplazadas tanto en las comunidades de acogida como en los campamentos. Esto incluye proyectos financiados por el Fondo para la Paz y la Asistencia Humanitaria de ONU Mujeres, el Fondo para la Consolidación de la Paz de la ONU y el gobierno alemán. La agencia también ha formado a agentes de policía para mejorar la prevención de la violencia sexual y de género y prestar los servicios necesarios a las supervivientes. Además, ONU Mujeres sigue apoyando a las empresarias afectadas por los cortes de carretera y la violencia continua a través de un proyecto financiado por Noruega.
Para combatir la violencia endémica de las bandas, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el pasado octubre el despliegue de una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSSM) para ayudar a la Policía Nacional de Haití. ONU Mujeres hizo un llamamiento a todas las partes implicadas en esta misión ajena a las Naciones Unidas para que garanticen la protección inmediata de las mujeres y las niñas y capaciten a las organizaciones de mujeres haitianas para que desempeñen un papel protagonista en la gestión de los campamentos de desplazados. La agencia subrayó la urgente necesidad de involucrar a las mujeres en los procesos de toma de decisiones, señalando que sólo el dos por ciento de las mujeres entrevistadas desempeñan actualmente funciones de liderazgo en la gestión de los campamentos.