Luego de resolver algunos asuntos familiares y de seguridad, la exsecuestrada por las Farc Ingrid Betancourt se lanzó al ruedo presidencial y promete ser, din duda, una de las principales protagonistas de la competencia en la Coalición Centro Esperanza.
En diálogo con EL TIEMPO, Betancourt habló de la campaña, de sus propuestas en materia de lucha contra la corrupción y de su pensamiento sobre las Farc y el acuerdo de paz que se está desarrollando con esa organización.
(En otras noticias: Las dudas por resolver en el uribismo alrededor de la campaña presidencial)
¿Por qué pensó tanto en lanzarse por la Presidencia?
Tenía problemas personales que tenía que resolver, temas sensibles con mi familia que, en un principio, no veían con buenos ojos que asumiera este reto. En particular unas conversaciones profundas con mis hijos, que sufrieron mucho mi secuestro y tienen un dolor todavía presente, pero el tiempo ayudó a que encontráramos los buenos argumentos y solucionar problemas que me tenían bastante preocupada en términos de seguridad.
¿Por qué cree que en esta campaña presidencial hay tan pocas mujeres compitiendo?
Creo que es una decisión muy difícil, que implica hacer muchos sacrificios de vida. En algunos casos, como el de Ángela María Robledo, creo que se han sentido maltratadas. Son problemáticas que tenemos que reparar. Pero creo que es el tiempo de la mujer. Pienso que era muy importante que Colombia tuviera una candidata mujer fuerte. La estuvimos buscando en la coalición y finalmente me tocó a mí. Fue una invitación muy generosa y asumo el compromiso con lealtad y pasión