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Elecciones presidenciales de Estados Unidos 2024: Datos clave y primeros resultados

CTN News

Las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024 han comenzado oficialmente, con una reñida carrera entre el ex presidente Donald Trump, que representa al Partido Republicano, y la vicepresidenta Kamala Harris, que se presenta como candidata demócrata.

Con unas encuestas que muestran una contienda muy reñida, estas elecciones se perfilan como una de las más importantes de la historia moderna de Estados Unidos, ya que cuestiones como la economía, la sanidad, la inmigración, la seguridad nacional y la propia democracia pesan mucho en la mente de los votantes.

Nuevo Hampshire abre las elecciones

Como es tradición, Nuevo Hampshire es el primer estado en depositar su voto, a partir de la medianoche en la pequeña comunidad de Dixville. Aquí, un puñado de residentes fueron de los primeros del país en votar. Este año participaron seis personas: cuatro republicanos registrados y dos votantes no declarados. Los resultados reflejaron el sentimiento dividido que se observa en todo el país, con tres votos para Donald Trump y tres para Kamala Harris.

Aunque estos votos de Dixville no tienen importancia electoral y son principalmente simbólicos, marcan la pauta de lo que los analistas esperan que sean unas elecciones reñidas y competidas. El ritual de votación de medianoche es más simbólico que predictivo, pero pone de relieve la intensidad prevista de la temporada electoral.

La batalla por los estados indecisos

Ambas campañas reconocen que la victoria en la Casa Blanca dependerá probablemente de los estados más disputados. En 2024, estos estados oscilantes incluyen:

1. Arizona

2. Georgia

3. Michigan

4. Nevada

5. 5. Carolina del Norte

6. Pensilvania

7. Wisconsin

Conocidos por su imprevisible patrón de voto y su importancia electoral, estos estados son cruciales para que cualquiera de los candidatos se asegure la victoria. Cada estado tiene una demografía de votantes, unas preocupaciones económicas y unas inclinaciones políticas únicas que ambas campañas están abordando en sus mensajes y en sus actividades de divulgación.

Unas elecciones históricas

Estas elecciones destacan no sólo por las cuestiones acuciantes que están en juego, sino también por la marcada división ideológica entre los candidatos, reflejo de la profunda polarización política existente en todo el país. Los retos a los que se enfrenta Estados Unidos, desde la inflación y la sanidad hasta la seguridad nacional y los problemas medioambientales, han elevado lo que está en juego a niveles sin precedentes, y muchos describen estas elecciones como una de las más importantes de la historia reciente.

Las encuestas de todo el país muestran una carrera reñida entre Trump y Harris, lo que hace difícil predecir un resultado claro. Los observadores políticos coinciden en que la participación de los votantes será un factor decisivo, sobre todo en los estados disputados, donde ambos candidatos están centrando sus últimos esfuerzos de campaña.

Mientras el resto del país se prepara para acudir a las urnas, la votación simbólica anticipada en Nuevo Hampshire sirve de recordatorio de la importancia de cada voto emitido. La nación y el mundo siguen de cerca el desarrollo de estas elecciones de gran trascendencia.

Aunque los inmigrantes haitianos no constituyen una parte significativa de los más de 50 millones de inmigrantes que hay en Estados Unidos, la campaña ha estado marcada por una retórica dirigida en gran medida a los inmigrantes haitianos, que fueron objeto de repetidos ataques por parte del candidato republicano y sus aliados.

Tras acusar falsamente a los haitianos de Springfield (Ohio) de comerse las mascotas de los residentes, Donald Trump prometió una deportación masiva de inmigrantes haitianos, independientemente de su estatus migratorio. También apuntó a otros grupos de inmigrantes de América Latina, acusándolos de «envenenar la sangre de Estados Unidos», una frase que recuerda inquietantemente al lenguaje utilizado por Adolf Hitler, a quien Trump supuestamente ha admirado, según declaraciones de su ex jefe de gabinete, el general John Kelly.