Muy pronto se terminó el primer Grand Slam de 2022 para Diego Schwartzman. El número 13 del mundo le dijo adiós al Australian Open con una derrota en sets corridos frente al australiano Christopher O’Connell, un adversario con poquísimas victorias previas en el circuito ATP y ubicado en el 175° del ranking, que celebró el éxito mayor de su carrera a expensas del argentino, al que superó por 7-6 (8-6), 6-4 y 6-4, en tres horas y 7 minutos de juego.
En el mediodía australiano, en la caldera del court 3, O’Connell, que accedió al cuadro principal como invitado especial de la invitación, contó con un apoyo fervoroso de parte del público, mientras que Schwartzman rindió de mayor a menor. Fue un encuentro en el que el argentino no aprovechó sus oportunidades cuando tuvo el control del partido, y cuando se le escaparon esas chances, ya no pudo recuperar el dominio, con un adversario que ganó en confianza y solidez a medida que transcurrían los juegos. Luego del cotejo, Schwartzman explicó que no estuvo al ciento por ciento en la parte física.
Schwartzman, que venía de sufrir calambres en su partido de primera rueda frente a Filip Krajinovic, explicó: “La verdad es que yo no estaba bien. El otro día, después que terminé, pensé que iba a recuperarme bien, pero no fue así. Creo que el primer set era importante ganarlo, yo lo sentía en mi cuerpo. Tuve los set-points, cometí algunos errores… luego él empezó a mejorar y yo a empeorar. Fue una frustración grande, porque hice un esfuerzo importante para sostenerme en el partido, porque después del otro día estuve con dolores que no suelo tener, y eso me complicó a la hora de preparar este partido”.
Desde el comienzo se vio al australiano parado muy cerca de la línea de base, dispuesto a jugar de manera agresiva, bien plantado y dispuesto. El comienzo fue parejo,…