fbpx

Apenas instalado, el nuevo Primer Ministro de Haití ya cuenta con la «bendición» del Tío Sam

CTN News

El gobierno de Estados Unidos ha prometido su pleno apoyo al nuevo Primer Ministro de Haití, Alix Didier Fils-Aimé.
En una declaración firmada por el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, se afirma: «Estados Unidos espera trabajar con el nuevo Primer Ministro Alix Didier Fils-Aimé y el CPT para avanzar en las prioridades urgentes en los próximos meses».
Este apoyo se produce en un contexto difícil, ya que el gobierno de transición de Haití se enfrenta a retos críticos en materia de seguridad, gobernanza y preparación de elecciones democráticas. El portavoz del Departamento de Estado reconoció que ya no era posible la colaboración entre el ex Primer Ministro Garry Conille y el Consejo Presidencial de Transición. El Sr. Miller también reveló que Estados Unidos había participado activamente en las conversaciones para sustituir a Garry Conille: «Tras intensas conversaciones con las partes, Estados Unidos reconoce que el Consejo Presidencial de Transición (CPT) de Haití y el Primer Ministro Garry Conille no han podido avanzar de forma constructiva, y toma nota de la decisión del CPT de nombrar a su sucesor», reza el comunicado del Departamento de Estado.
El gobierno estadounidense ha expresado sus expectativas y esperanzas de una transición exitosa en Haití, tras el nombramiento de Alix Didier Fils-Aimé como nuevo Primer Ministro. Este nombramiento se produce tras un periodo de tensión y bloqueo entre el CPT y el anterior Primer Ministro, Garry Conille.
El Departamento de Estado también acogió con satisfacción el compromiso del nuevo Primer Ministro y del CPT de publicar un plan de acción conjunto en un futuro próximo. Este plan pretende exponer «su visión para mejorar la seguridad y la gobernanza, y trazar el camino hacia unas elecciones libres y justas», declaró Matthew Miller. Esta hoja de ruta, esencial para garantizar el retorno a la estabilidad, deberá definir con precisión los papeles de cada entidad para evitar cualquier bloqueo o conflicto futuro.
Estados Unidos insiste también en la necesidad de «promover la rendición de cuentas en el seno del CPT» para reforzar la credibilidad del gobierno de transición ante el pueblo haitiano y la comunidad internacional. El Departamento de Estado pide al CPT y al Primer Ministro que eviten los «intereses personales divergentes de los actores políticos» y se centren en una gobernanza orientada a las necesidades del pueblo.
La declaración también subraya el «firme» compromiso de Estados Unidos de apoyar al pueblo haitiano. Este apoyo llega en un momento en el que Haití se enfrenta a «niveles históricos de violencia, inseguridad alimentaria y desplazamientos». Estados Unidos insta al gobierno haitiano a responder a las necesidades «urgentes e inmediatas» de la población, dando prioridad a la seguridad y las condiciones de vida de millones de ciudadanos.
Estados Unidos afirma estar decidido a apoyar a Haití en esta nueva fase de transición. Sin embargo, señala que la clave del éxito residirá en una estrecha colaboración, una gobernanza responsable y una visión compartida del futuro del país, en particular en lo que se refiere a la organización de elecciones transparentes y libres.
Sin embargo, este apoyo podría durar poco cuando la nueva administración estadounidense tome posesión. El presidente electo Donald Trump nunca ha ocultado su aversión por Haití, país al que calificó de «país de mierda» durante su primer mandato. Desde entonces, ha hecho de Haití y de los inmigrantes haitianos en Estados Unidos el centro de su política migratoria, tratando de deportar a los inmigrantes ilegales a gran escala.